Redacción: Leonardo Castelán
Fotografía: Cortesía
El Super Bowl vivió su edición número 57, donde los Chiefs de Kansas City lograron alzar el trofeo Vince Lombardi por tercera ocasión en su historia, luego de vencer a los Eagles de Philadelphia 38-35, lo que cerraría con broche de oro la temporada 2022-23 de la NFL.
Después de una emotiva apertura, el Estadio State Farm de Glendale, Arizona vivió una enorme experiencia al tener dos anotaciones en las primeras dos series ofensivas de ambos equipos por un acarreo de Jalen Hurts por parte de Eagles y un pase de Patrick Mahomes a Travis Kelce por parte de Chiefs. Tras un gran inicio de Hurts, este genera una enorme anotación tras un pase de 45 yardas a AJ Brown para el 14-7, pero en la búsqueda de irse 14 puntos arriba de su rival, terminó soltando el balón, lo que aprovechó el defensa Nick Bolton para empatar el juego 14-14.
A pesar del error garrafal, Hurts logró hacer otra anotación terrestre y con un gol de campo de Jake Elliott, las Águilas estaban venciendo 24-14 a los Jefes en el primer tiempo de lo que estaba siendo un juego muy disputado, y donde incluso se encendían las alarmas por una posible lesión en el tobillo derecho de Patrick Mahomes; de esta forma se llega al final de la primera mitad.
En esta ocasión, el muy ansiado show de medio tiempo fue protagonizado por la cantante barbadense Rihanna, quien interpretó éxitos como Only Girl (In the World), Umbrella, Diamonds entre otros. Al culminar el concierto, el juego reanudaría en su segunda mitad, siendo ahora el dominio para Kansas City.
Tras lo que parecía un problema para los Jefes y la lesión de Patrick Mahomes, terminó por convertirse en un impulso que motivó a cada uno de los jugadores de Kansas, pues se acercaban en el marcador con una anotación de Isiah Pacheco que pondría el mismo 24-21.
Aunque Philadelphia ponía la pizarra 27-21 en la serie más larga del juego (7:45) con otro gol de campo de Elliott, Mahomes generaría una gran serie ofensiva que terminaría en un pase que Kadarius Toney atraparía para poner el marcador 28-27 a favor de Kansas City.
Cuando la motivación empezaba a llegar a los Jefes, las Águilas debían devolver rápidamente el balón para que la nueva serie del equipo de Misuri empezara en la yarda 5 del rival gracias a un gran acarreo de Toney y que acabaría en anotación por un pase de Mahomes a Skyy Moore de 4 yardas para que el marcador estuviera 35-27.
Kansas vivía su mejor momento en el juego, pero Philadelphia lograba generar una gran jugada que terminaría en anotación gracias a un nuevo acarreo de Jalen Hurts y el juego se empataría 35-35 gracias a una conversión exitosa de dos puntos. Con ello, el mariscal nacido en Houston lograría tres anotaciones por acarreo y una en juego aéreo, sumando un total de 374 yardas (304 aéreas en 27 pases completos de 38 y 70 terrestres en 15 intentos).
Para el final del juego, los Chiefs conservarían el ovoide en los últimos cinco minutos del encuentro, y a pesar de quedarse en cuarta oportunidad, Harrison Butker, pateador de Kansas que falló un gol de campo en el primer cuarto, ahora concretaría uno de 27 yardas que pondría la pizarra 38-35 con ocho segundos por jugarse. Aunque Philadelphia lo intentó, no pudieron concretar una buena jugada, acabando así el juego y dejando a los Jefes como campeones del Super Bowl LVII.
Patrick Mahomes se llevaría el reconocimiento de MVP, tanto de temporada regular como del Super Bowl (desde Kurt Warner en 1999) y en este juego concretaría tres pases de anotación en 21 completos de 27 y 182 yardas, todo ello con una lesión en su tobillo derecho. El mariscal suma su segundo anillo a sus 27 años y de igual forma, el coach Andy Reid concreta su segundo campeonato como entrenador en jefe y los Jefes obtienen su tercer trofeo Vince Lombardi (1969, 2019 y 2022).
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