Por: Rodrigo Cid
Este viernes se disputó el encuentro decisivo entre México y Venezuela por ver quién se llevaba “el Oro” a casa, dando un juego increíble y apasionado en el cuál ambas selecciones dieron todo de sí.
Al comienzo, las escuadras miden terreno con su rival; y el Tri sienta las bases en el primer tiempo jugando con toda la intensidad posible, manteniendo la posesión del balón por el centro, de ahí hasta llegado el minuto 17, dónde en un tiro libre el balón llegó al área del Vinotinto, y con un cabezazo que pese a que no fue gol, dió el primer aviso.
Tan sólo unos minutos después del suceso inicial, Jimenez, de la escuadra del Vinotinto obtiene una amonestación, sin embargo, parecía más un error que algo propicio, debido a que, Venezuela se mantuvo firme y con juego limpio, dando por igual el reflejo del trabajo en su defensa con buenas atajadas, trayendo consigo un nivel mas alto en cuanto a ataque.
Eventualmente llega la jugadora destacada del Tri: Cristina Burkenroad, buena defensiva y ofensiva dándole una oportunidad palpable de gol. Al minuto 48 por fin se concretó una anotación en un disparo zurdo que rebotó en el poste y entró al arco, dándole ventaja al Tri color.
Los siguientes minutos del segundo tiempo tuvieron un cambio de estrategia por parte de ambas escuadras, teniendo al Tri llendo ahora por la banda izquierda, mientras que el Vinotinto se mantenía presente en toda la cancha con buen ofensiva intentando acaparar el balón más tiempo; dando una trajeta amarilla para Bárbara Martínez, tiros al arco mexicano, que pese a ser atajados, son tiros de peligro y aviso que dan indicios de gol.
Fue en el minuto 66 en el que surgió el gol de Venezuela por rebotes y entrada al arco, dejando empatados a ambas Selecciones.
Fue entonces cuándo el partido tomó el giro dejando a la selección venezolana con mayor posesión del balón por la confianza de la selección mexicana, de ahí que el cansancio se hiciera presente hasta el minuto 87 dónde con el corazón en la mano un tiro estuvo cerca de darle de nuevo la ventaja a México, pero terminó en rebote al poste desviando al balón por completo.
Cerca del final se agregaron 3 minutos que sólo dejaron los mismos intentos por ambas partes.
Llegada la primera parte extra, dan 15 minutos de desgaste, y es que pese a la disciplina de las jugadoras, el tiempo cobra factura al igual que el sobre esfuerzo, el cuál es la única constante.
Para la segunda parte extra, al comienzo Venezuela se hace del balón y consigue presionar a México con un tiro de esquina; aunado a todo, Ovalle del Vinotinto consigue una anotación que se anula por estar adelantada, dándole a México la indicación indirecta de un cambio, y es que ahora más que notorio es palpable el agotamiento.
Cerca del final, sea por el cambio o por la convicción, la mexicana Mauleon consigue anotar el desempate en el minuto 116.
El partido se mantuvo emocionante hasta el último momento con Venezuela a la defensiva y México en ofensiva manteniéndose firme hasta el último minuto después del segundo gol; sin embargo la victoria terminó siendo para la selección Tri Color, otorgándoles el Oro bien merecido.
Ambas escuadras jugando como profesionales, pensando como guerreras y sintiéndose como lo que son: unas campeonas, todo para dar un gran partido final en estos juegos centroamericanos.
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