Redacción: Rodrigo Cid
Fotografía: Cortesía
El 21 de abril del año en curso, la cervecera Corona ofreció un partido en una de las propuestas más interesantes y acertadas del momento: un partido de 900 minutos en el que participarían 280 mujeres futbolistas que divididas en dos equipos, el azul y el amarillo, acapararon la atención en el Cuauhtémoc.
Este evento se llevó a cabo para la concientización sobre la desigualdad que existe en el fútbol mexicano por la gran brecha salarial entre hombres y mujeres; la idea central fue efectuar un encuentro que tenía 10 veces la duración de uno habitual de 90 minutos, para reflejar metafóricamente qué es lo que necesitan jugar las jugadoras mexicanas para ganar lo que un hombre gana en el fútbol por un partido de 90 minutos.
Nombres como los de Mia Fishel, Rebeca Bernal, Norma Palafox y Greta Espinoza fueron los que se presenciaron en este evento con causa; y en efecto, todas las futbolistas destacaron a su manera con un marcador de 47 goles: 25 por parte del equipo azul y 22 por el equipo amarillo.
Aún con el impresionante marcador, el impacto se generó por la intención de Corona por crear un evento de esta magnitud, dónde ha invertido desde hace dos años aproximadamente 50 millones de pesos.
Sin duda, un suceso importante en la historia del fútbol mexicano que debería ser tomado en cuenta si se quiere tener más deporte y de mejor calidad.
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