Nota por: Daniela Quintero
El 28 de julio del 2017 sin duda alguna es una fecha muy importante para el fútbol femenil, ya que se celebró el primer partido de la Liga MX Femenil y éste 2020 se celebran tres años de contar con una liga profesional.
Las Chivas del Guadalajara entraron a la historia como el primer campeón de la Liga Femenil en la apertura 2017 ante 32 mil 466 espectadores. En el actual Clausura 2020 los equipos tapatíos se encuentran en la zona de liguilla, Atlas con el segundo lugar y Chivas en tercero de la tabla general.
En el año del debut de La Liga Mx Femenil los equipos que tuvieron derechos de transmisión son: Chivas, Pachuca, Monterrey, Xolos, Santos y León, con un contrato vigente hasta el 2023.
A pesar de que la aparición del fútbol femenil se inició un siglo antes del primer mundial en 1991, su avance no ha sido el mismo que en la rama varonil pues por mucho tiempo la Asociación de Fútbol prohibió su práctica frenando su avance y hasta ahora la lucha no ha sido fácil, ya que a tres años del primer partido de la Liga MX Femenil, aún hay mucho por hacer, las diferencias son extensas y las futbolistas viven en un ambiente diferente, lejos del derroche económico.
El fútbol femenil admite haber tenido avances los últimos años, avances que son limitados y por ahora el más notorio es la desigualdad salarial, ya que los porcentajes hablan por sí solos. A pesar de ser una liga profesional, no existe punto de comparación cuando se habla de dinero y es que, el fútbol femenil de México no cumple con las Reglas de la FIFA en cuanto a salarios, pues de acuerdo con la Encuesta Global de Salarios Deportivos, una jugadora percibe entre 3.400 y 3,500 pesos mensuales. Tomando en cuenta este contexto, la Liga MX Femenil incumple con el reglamento, artículo 2, sección 2, llamado Estatuto de jugadores: jugadores aficionados y profesionales, que describe:
“Un jugador profesional es aquel que tiene un contrato escrito con un club y percibe un monto superior a los gastos que realmente efectúa por su actividad futbolística. Cualquier otro jugador se considera aficionado”.
Hablando con más precisión de la Liga MX, en la rama Femenil los sueldos van desde los 2,500 hasta los 30 mil pesos mensuales, mientras que en la rama varonil cobran un salario mensual promedio de 578 mil pesos. Y aunque se ha explicado que la diferencia salarial no es un tema de género, sino que la rama Femenil no genera ganancias a los equipos de la liga, complicando homologar los sueldos con el resto de las categorías, no se puede negar que totalmente ha influido en su crecimiento y por lo tanto en la capacidad de alcanzar las ganancias que la rama varonil.
Otro punto que no se puede dejar de lado es la dependencia de la rama femenil a la plantilla de hombres, ya que en México si el club varonil desciende de categoría, su equipo de mujeres también pierde la categoría. Por ello es importante luchar por la autogestión de la Liga MX Femenil y eso también significa inversiones en equipos exclusivamente de mujeres, personas que de verdad crean en la capacidad del fútbol femenil.
Sin duda alguna aún queda mucho por lograr en el camino de la profesionalización, pero no cabe duda que el primer partido de la Liga MX Femenil fue un gran paso para las futbolistas mexicanas y con ayuda de su gran capacidad y talento, el camino se irá abriendo para poder reclamar los derechos y el reconocimiento que le merecen.
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