Redacción: María José Mondragón
Fotografía: Cortesía
Colin Kaepernick es un jugador profesional de la NFL, jugó durante seis temporadas con los 49ers de San Francisco en la posición de quarterback, pero dejó de ser contratado desde el año 2016, aunque no ha dejado de prepararse y en este momento es catalogado como un “agente libre”.
En su último año activo, la violencia racial a manos de policías aumentó alarmantemente, y en un partido de pretemporada, mientras se entonaba el himno de Estados Unidos, Colin Kaepernick, quien es mariscal de raza negra, decidió no levantarse junto a sus compañeros, si no que se hincó y agachó la cabeza, protestando de manera pacífica frente a los sucesos que estaban ocurriendo. A lo que después explicó “No voy a levantarme para mostrar mi orgullo por una bandera y un país que oprime a la gente negra. Esto es más grande que el fútbol americano y sería egoísta de mi parte mirar hacia otro lado. Hay cuerpos en las calles y gente cobrando y en libertad tras cometer un asesinato”.
Esto le costó a Colin su carrera en la NFL, ya que cuando Donald Trump llegó a la presidencia, le pidió a la liga que sansionara a los jugadores que protestaban y que de cierta forma no lo apoyaban, y esto hacía que Kaepernick fuera un riesgo para el negocio y por eso quedó fuera de los 49ers y sin lograr conseguir otro equipo durante 3 años.
Recientemente se dio la noticia que llegó a nivel internacional del asesinato de George Floyd a manos de un policía, que revivió la violencia racial de Estados Unidos que trata de ocultarse. Ante este acontecimiento, miles de personas se arrodillaron como representación de una lucha en contra de los abusos raciales, replicando el gesto que hace 4 años Kaepernick realizaba. Ahora aparte de ser un exfutbolista, representa un símbolo de lucha contra las injusticias y el racismo en la historia.
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